Las emisiones de CO2 en China tienen la mayor caída en 10 años 

Ciudad de México, 22 de septiembre 2022 - China, el mayor emisor del mundo de CO2 en cifras globales, disminuyó sus emisiones en un 8% en el segundo trimestre de 2022. El dato supone una reducción de 230 millones de toneladas de CO2, la mayor caída en al menos una década. El descenso se encuentra relacionado en parte por el aumento en la demanda de energías renovables pero también por fenómenos poco ligados a la lucha contra el cambio climático, como la estricta política de cero covid en el país, las estrecheces de liquidez en el sector de la construcción (que suma alrededor de un tercio de la economía china) y el bajo crecimiento de la demanda de electricidad. 

 

La crisis inmobiliaria en el gigante asiático  mantiene numerosas obras paralizadas, provocando una caída del 18% en la producción de acero y cemento. Cayó también un 6% el uso del carbón en la producción de energía, como resultado del lento crecimiento del consumo eléctrico y del fuerte aumento de la generación mediante tecnologías renovables.

 

Según los compromisos climáticos presentados por este país en octubre ante la COP 26 en Glasgow, China aspira a lograr que un cuarto de su consumo energético provenga de fuentes no fósiles para el 2023. Para entonces, Pekín pretende contar con una capacidad eólica y solar de 1,200 gigavatios, casi el doble de la cifra de finales de 2021 (306 gigavatios de capacidad de energía solar y 328 gigavatios de capacidad eólica, según Reuters). El país tiene previsto alcanzar la neutralidad climática en 2060.

 

Siendo la segunda economía del planeta y el país más poblado, China es también el mayor inversor en energías limpias a nivel mundial. Su inversión verde alcanzó en 2021 los 380,000 millones de dólares, seguida de la Unión Europea (260,000 millones de dólares) y de Estados Unidos (215,000 millones de dólares), según la Agencia Internacional de la Energía.

 

No obstante, el carbón sigue siendo su talón de Aquiles en esta carrera. Pese a que Pekín ha fijado que el tope de consumo debería alcanzarse antes de 2030, en los primeros seis meses del 2022 ya ha concedido permisos para poner en marcha proyectos de este combustible equivalentes a 21 gigavatios, la mayor cantidad desde 2016, según Carbon Brief.

 

La apuesta atómica es otra de las baldosas con las que China proyecta el camino a la descarbonización: el país tiene en funcionamiento 53 reactores nucleares y otros 23 en fase de construcción. Desde 2021, se han puesto en marcha cinco nuevas unidades de energía nuclear y se ha iniciado la construcción de otras nueve. En 2022, Pekín ha dado luz verde a cinco proyectos, impulsados por 10 reactores nucleares, un récord desde 2011. Los planes de Pekín pretenden elevar la capacidad de generación nuclear de los 51 gigavatios de 2020 a 70 gigavatios en 2025.


Con información de: El País

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