Las emisiones de metano en oleoductos rusos aumentaron 40% durante la pandemia
La caída en los precios del gas natural y la falta de mantenimiento de sus líneas de transmisión pueden haber contribuido al aumento del 40% de emisiones de metano de los gasoductos rusos en 2020, de acuerdo a un análisis de seguimiento satelital elaborado por Kayrros.
Las emisiones de metano cada vez más frecuentes por combustión o fugas a lo largo de dos grandes gasoductos rusos se produjeron a pesar del descenso en las exportaciones a Europa del 14%.
La empresa de análisis Kayrros ha detectado 13 fuentes de emisión de metano en el gasoducto Yamal-Europa, con una longitud de 4,196 km, que atraviesa Rusia, Bielorrusia, Polonia y Alemania, y otras 33 en el gasoducto Brotherhood, de 2,750 km, que atraviesa Rusia, Ucrania y Eslovaquia.
Varios factores podrían haber contribuido al aumento de las emisiones de metano en Rusia, entre ellos la caída en los precios de los combustibles fósiles (petróleo y gas natural) y la falta de mantenimiento a los gasoductos durante la pandemia.
Ryan Wilson, analista de política energética de Climate Analytics, comentó que "con la caída de los precios del petróleo a mínimos históricos en 2020, esto podría suponer una presión financiera adicional para los productores, lo que podría conducir a una reducción del mantenimiento y las reparaciones de los equipos”.
La caída de los precios del petróleo y el gas suele ir acompañada de un aumento de la quema y el venteo, que implican la quema de metano o la liberación directa del gas a la atmósfera.
El metano –que se libera a la atmósfera desde minas de carbón abandonadas, explotaciones agrícolas y operaciones de petróleo y gas– tiene un impacto de calentamiento global 84 veces mayor que el dióxido de carbono (CO₂). Representan el 25% de las emisiones procedentes por actividades humanas, según el Fondo de Defensa del Medio Ambiente (EDF por sus siglas en inglés).
La Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) informó en enero del año en curso que Rusia es el mayor emisor de metano del mundo. El año pasado el país produjo cerca del 20% de las 70 Megatoneladas (Mt) de metano liberadas a la atmósfera a nivel global. Después de Rusia, los mayores emisores fueron Estados Unidos, Irán y Turkmenistán.
De acuerdo a la IEA, la industria del petróleo y el gas natural podría lograr una reducción del 75% de las emisiones de metano para 2030 utilizando la tecnología existente.
En 2012, Rusia empezó a multar a las empresas que quemaban más del 5% del gas que generaban. Sin embargo, no existen normativas para reducir las fugas a la atmósfera en los compresores de gas natural y los dispositivos neumáticos.
La Unión Europea expresó en 2020 que estaban analizando la posibilidad de imponer normas vinculantes sobre las emisiones de metano en las importaciones de petróleo y gas natural, y de introducir legislaciones que obliguen a las empresas de combustibles fósiles a informar y reparar sus fugas de metano.
Con información de: Climate News