Nueva Gales del Sur (NSW) se ha unido a China, Corea del Sur y Japón como líder climático
Ciudad de México, a 20 de noviembre de 2020.- El presente año ha marcado la política energética y climática global. Los principales socios comerciales de Australia, China, Corea del Sur y Japón han anunciado que alcanzarán emisiones netas cero a mediados de siglo. En EE.UU. la administración entrante de Joe Biden se ha comprometido a descarbonizar su sistema eléctrico para 2035.
Dichos compromisos tienen grandes implicaciones para Australia. El país cuenta con los mejores recursos renovables del mundo, por lo cual se tiene mucho que ganar con la transición. Y durante la segunda semana de noviembre, el gobierno de Nueva Gales del Sur (NSW por sus siglas en inglés) aprovechó la oportunidad.
Su nueva hoja de ruta de infraestructura eléctrica de AUD 32,000 millones apoyará, entre otras cosas, la construcción de 12 GW de nueva capacidad de energía renovable para 2030. Ésta es seis veces la capacidad de la central eléctrica de carbón Liddell del estado, la cual se prevé cerrará en 2023.
La hoja de ruta fue desarrollada por el Ministro de Medio Ambiente de Nueva Gales del Sur, Matt Kean, a través de amplias consultas con la industria y otras partes interesadas. Si bien se cree que un precio nacional al carbono es la mejor manera de reducir las emisiones, el enfoque de Nueva Gales del Sur constituye un ejemplo para otros estados que buscan aumentar la capacidad de energía renovable.
La hoja de ruta reconoce que se espera que dentro de 15 años tres cuartas partes del suministro de electricidad a carbón de NSW llegue al final de su vida técnica. Matt Kean menciona que se necesitan acciones ahora para garantizar electricidad barata, limpia y confiable, y para establecer a NSW como una superpotencia energética mundial.
El plan implica un enfoque coordinado de transmisión, generación y almacenamiento. Para 2030 los objetivos planteados por el gobierno son los siguientes:
· Entregar alrededor de 12 GW de nueva capacidad de transmisión a través de las llamadas "zonas de energía renovable" en tres áreas regionales para 2030. Dicha generación se prevé provenga de fuentes renovables como la fotovoltaica y la eólica.
· Soportar alrededor de 3 GW de almacenamiento de energía para ayudar a respaldar los suministros variables de energía renovable. Esto involucraría baterías, bombeo hidroeléctrico y centrales eléctricas de gas que funcionen a base de hidrógeno.
· Atraer hasta AUD 32,000 millones en inversión privada para infraestructura energética regional para 2030
· Respaldar más de 6,300 construcciones y 2,800 empleos en curso en 2030, principalmente en la región de NSW.
· Reducir las emisiones de carbono de NSW en 90 millones de toneladas.
El plan también apunta a que el hogar promedio de NSW ahorre alrededor de AUD 130 al año en costos de electricidad, aunque esto podría ser difícil de lograr en la práctica. De la misma forma, se espera que los propietarios de tierras regionales que albergan proyectos renovables en sus propiedades obtengan AUD 1,500 millones en ingresos durante los próximos 20 años.
Uno de los aspectos más innovadores de la propuesta de NSW es que los generadores tendrán dos opciones a la hora de vender su electricidad.
En primer lugar, el gobierno nombrará a un "fideicomisario del consumidor" independiente para comprar electricidad a los generadores a un precio acordado, lo que les dará a los generadores la certeza a largo plazo que necesitan para invertir. El fideicomisario podrá vender después esta electricidad directamente al mercado o mediante contratos a minoristas. No obstante, el fideicomisario alentará a los generadores a buscar primero un mejor precio encontrando a sus propios clientes, como consumidores de energía y otros minoristas de electricidad.
Este sistema es diferente al enfoque adoptado en Victoria y el Territorio de la Capital Australiana (ACT por sus siglas en inglés), donde los contratos gubernamentales eliminan cualquier incentivo para que los generadores participen en el mercado energético. Con el tiempo, esto limita la competencia y la innovación en el mercado.
El plan de NSW mejora las políticas estatales existentes alineando los incentivos financieros a las necesidades físicas del sistema. El Fideicomisario del Consumidor celebrará contratos con proyectos que produzcan electricidad en los momentos del día en que los consumidores la necesiten y no cuando el sistema ya esté sobreabastecido.
Si bien este enfoque no es una tarea fácil de modelar para el fideicomisario, es probable que se beneficie más a los consumidores que en otras jurisdicciones australianas donde los proyectos de menor costo parecen ser los preferidos, independientemente de si los consumidores necesitan la energía que producen.
Una de las áreas de oportunidad de la hoja de ruta realizada es que no recompensa financieramente a los generadores de electricidad de bajas emisiones existentes en NSW, ni cobra a los productores de electricidad con alto contenido de carbono por las emisiones que producen. Sin embargo, se podría corregir en el futuro integrando la política en un precio al carbono coherente a nivel nacional, que transfiera el costo de la contaminación por carbono a los grandes emisores.
Por otro lado, la Administración para el Consumidor de Australia, tendrá la tarea de ayudar a garantizar que la generación de reemplazo se entregue de manera oportuna, lo cual significa desarrollar nueva capacidad de generación con mucha anticipación de los cierres de plantas de carbón anunciados. Éste es un avance útil, más en última instancia, se necesitará una medida más fuerte para garantizar que las plantas de carbón notifiquen con anticipación su intención de salir del mercado.
Como el mayor exportador mundial de carbón y gas natural licuado (GNL), Australia puede perder mucho a medida que las economías globales cambian a cero emisiones. Empero el potencial de energía renovable del país permite que pueda ganar mucho.
Australia necesita un marco de políticas duradero y coherente a nivel nacional si se busca aprovechar las oportunidades de la transición mundial hacia la energía limpia. La hoja de ruta de Nueva Gales del Sur es un paso significativo en la dirección correcta.
Con información de The Conversation.