La Unión Europea considera nuevos impuestos al carbono y al comercio de emisiones para sus políticas fronterizas comerciales

Ciudad de México a 03 de agosto de 2020.- La Unión Europea (UE) ha presentado opciones para diseñar su plan para imponer cargos a las importaciones de algunos bienes, en un esfuerzo por proteger a la industria de la UE de ser afectada por los productos de los países con políticas climáticas más débiles.

Las opciones consideradas son un impuesto al valor agregado (IVA), un gravamen aduanero y una extensión del mercado de carbono de la UE, según la Comisión Europea.

El objetivo es crear un escenario nivelado donde las empresas de la UE no asuman los costos del carbono, lo cual las pone en desventaja frente a sus rivales extranjeros que no enfrentan tales cargos.

La Comisión dará a conocer planes el próximo año para imponer los llamados costos del carbono a las importaciones, una medida que los funcionarios admiten podría provocar tensiones comerciales.

En una consulta previa, la Comisión presentó opciones para la política de ingresos, que se espera pueda recaudar hasta EUR 14 mil millones (USD $16.23 mil millones) para 2027, para ayudar a financiar el próximo presupuesto de la UE y para la recuperación de la pandemia de coronavirus.

Las opciones incluyen un impuesto fronterizo sobre las importaciones de productos seleccionados que son intensivos en emisiones de CO2. El impuesto estaría vinculado al precio del carbono en el sistema de comercio de emisiones de la UE (EU ETS), que obliga a las centrales eléctricas y a la industria a comprar permisos para cubrir sus emisiones. También es una opción una extensión del EU ETS a las importaciones, lo que obligaría a las empresas extranjeras a comprar permisos de carbono en las fronteras. “Esto también podría hacerse mediante la creación de un grupo separado de permisos para productores extranjeros” dijo la Comisión. La tercera opción es un impuesto sobre el carbono al estilo IVA o impuesto especial sobre los productos vendidos en Europa, que afectaría tanto a los productores de la UE como a las empresas extranjeras.

La Comisión ha dicho que su política de carbono en las fronteras cumplirá con las reglas de la Organización Mundial del Comercio, pero ha reconocido que podría antagonizar a los grandes socios comerciales.

Diederik Samsom, quien dirige el gabinete climático de la Comisión, dijo en un seminario web del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo el mes pasado, que la UE quiere demostrar que se toma en serio la acción climática.

"Queremos extender eso al resto del mundo, si es necesario, con instrumentos que en el pasado pasábamos desapercibidos por obvias razones, para no crear problemas con otros países en el mundo", dijo. "Ahora estamos listos para crear algunos problemas si es necesario". Concluyó Samsom.

Con información de CGTN.

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