WMO prevé fenómenos meteorológicos extremos en América Latina y el Caribe

Ciudad de México, 27 de agosto de 2021.- De acuerdo al estudio "Estado del clima en América Latina y el Caribe 2020", realizado por la Agencia Meteorológica de la ONU (WMO por su nombre en inglés) el cambio climático amenaza a toda la región.

 

El incremento de las temperaturas, el cambio en los patrones de lluvia, las tormentas y el retroceso de los glaciares han tenido un profundo impacto en la salud, en la seguridad alimentaria, el acceso al agua potable, en la seguridad energética y el medio ambiente.

 

El secretario general de la WMO, Petteri Taales, afirmó que "América Latina y el Caribe es una de las regiones más afectadas por los fenómenos hidrometeorológicos extremos". Asimismo, señaló que “las repercusiones incluyen la escasez de agua y energía, pérdidas agrícolas, desplazamientos, todo ello agravado por la pandemia por COVID-19".

 

En el documento también se plantea preocupación por los incendios y la pérdida de bosques, ya que cubren casi la mitad de la superficie de la región de América Latina y el Caribes. Los bosques de la región representan alrededor del 57% de los bosques primarios que quedan en el mundo y almacenan cerca de  104 gigatoneladas de dióxido de carbono (GtCO₂).

 

El año 2020 fue uno de los tres más cálidos en Centroamérica y el Caribe, y el segundo más cálido en Sudamérica. Las temperaturas máximas en algunas estaciones mostraron valores récord con temperaturas de hasta 10°C por encima de la media.

 

El informe también señala que la sequía generalizada en toda América Latina y el Caribe tuvo importantes repercusiones, como la disminución en el nivel de los ríos. Esto ha dificultado las rutas de navegación y ha reducido el rendimiento de las cosechas, así como a la producción de alimentos, lo que ha agravado la inseguridad alimentaria en muchas zonas de la región.

 

En 2020 la temperatura de la superficie del mar en el Caribe alcanzó un récord, y el informe muestra cómo la vida marina, los ecosistemas costeros y las comunidades humanas que dependen de ellos se enfrentan a las crecientes amenazas de acidificación y calor en los océanos, así como por aumento del nivel del mar.

 

En América Latina y el Caribe, más del 27% de la población vive en zonas costeras, y se calcula que entre el 6% y el 8% vive en zonas con un riesgo alto o muy alto de verse afectadas por peligros costeros.

Los glaciares han perdido masa durante las últimas décadas, en consonancia con un aumento de las temperaturas (estacionales y anuales) y a una reducción significativa de las precipitaciones anuales en toda la región.

 

El documento señala que es necesario un mayor compromiso político y más apoyo financiero para reforzar los sistemas de alerta temprana, así como en los servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos operativos, como en formas de apoyar la gestión de riesgos y adaptación a los efectos del cambio climático.  

 

Los sistemas de alerta temprana pueden reducir los riesgos y el impacto de los desastres, pero el estudio de la WMO advierte que están poco desarrollados en la región, especialmente en América Central y América del Sur.

 

Los manglares son señalados como un recurso excepcional para la adaptación y la mitigación, con la capacidad de almacenar de tres a cuatro veces más carbono que la mayoría de los bosques del planeta.

 

Sin embargo, la superficie de manglares en la región se redujo un 20% entre 2001 y 2018. La conservación y restauración de los ecosistemas de "carbono azul" existentes, como los manglares, las praderas marinas y las marismas, se identifica como una importante oportunidad para mitigar y adaptarse al calentamiento global.

 

Con información de: UN News

 

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