En 2020 disminuyeron las emisiones de carbono en todos los sectores excepto en vehículos  


 

Ciudad de México, 29 de enero de 2021.- Debido a los impactos de la pandemia de COVID-19, en 2020 las emisiones mundiales de carbono relacionadas con la generación y consumo de energía disminuyeron, a excepción de las atribuidas a los vehículos deportivos utilitarios (SUVs por sus siglas en inglés).

 

Se estimó que en 2020 las emisiones mundiales relacionadas con la generación y consumo de energía se redujeron 7% -la mayor caída de la historia y cinco veces mayor a la disminución tras la crisis financiera mundial de 2009-. Sin embargo, las ventas de los automóviles tipo SUV, que suelen ser de mayor tamaño y con menor eficiencia en el consumo de combustible, han alcanzado el 42% de las ventas mundiales, aumentando así las emisiones asociadas a este sector de vehículos en  0.5%. 

 

A pesar de la disminución del uso general de los automóviles por los efectos de la pandemia, los SUVs consumieron mayores cantidades de combustibles en comparación con 2019. Su consumo alcanzó 5.5 millones de barriles por día en 2020.  En promedio, los SUVs consumen 20% más energía que un automóvil mediano, en la misma cantidad de distancia recorrida.

 

En la última década, las emisiones de los vehículos tipo SUV se han triplicado, debido a su creciente popularidad en todo el mundo. Hoy en día, sus emisiones son comparables a las emitidas por toda la industria marítima, incluido el transporte marítimo internacional y está a la par del aumento de las emisiones del transporte por carretera.

 

Junto con la tendencia del crecimiento de las ventas de automóviles eléctricos, ha incrementado la preferencia por autos con mayor espacio como los SUVs. Donde, el 42% del total de las ventas globales en 2020 pertenecieron a estos, con aproximadamente 3% más que en 2019. Su flota mundial superó las 280 millones de unidades en 2020, frente a menos de 50 millones en 2010. Aumentando sus ventas en los Estados Unidos, Europa y China. 

 

En los últimos años se ha mostrado una mayor disponibilidad de SUVs eléctricos. Tan solo el año pasado, el 44% del total de modelos de autos eléctricos disponibles eran SUVs. Sin embargo, ésto todavía no se ha traducido en ventas significativas, ya que cerca del 97% de los SUVs vendidos en 2020 funcionan con motores que consumen combustibles fósiles.

 

Para que el sector automovilístico esté alineado con los objetivos climáticos del Acuerdo de París, se estima que la participación de los SUVs eléctricos en las ventas totales deberá crecer a más del 35% para 2030. El aumento de las ventas de automóviles eléctricos, producir autos con menores dimensiones y las mejoras en la eficiencia de los vehículos con motor de combustión interna son pilares fundamentales para reducir las emisiones del sector. La continua popularidad de los autos con mayores dimensiones y menos eficientes podría retrasar esta transición. En un esfuerzo por limitar el aumento de los automóviles tipo SUV, países como Francia han introducido un impuesto basado en el peso del automóvil, destinado a los automóviles con mayores dimensiones.

 

La preferencia de los consumidores por los vehículos tipo SUV tiene consecuencias adversas para lograr una transición hacia la energía limpia, en particular en la demanda de electricidad, baterías y materias primas. En 2020, un automóvil eléctrico convencional estaba equipado con una batería 22% menor que la batería necesaria para un automóvil tipo SUV. El aumento de las ventas de los SUVs eléctricos en lugar de los autos eléctricos más pequeños aumentaría la demanda de electricidad para los vehículos de carga, así como la demanda de materias primas como el litio, el níquel y el cobalto, cuya obtención representa impactos ambientales significativos en las regiones donde son sustraídas. 


Con información de: International Energy Agency

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