Conmemoración del Día Mundial por las Reducciones de Emisiones


 

Ciudad de México, 28 de enero de 2021. Las Naciones Unidas han propuesto celebrar cada 28 de enero el Día Mundial por las Reducciones de Emisiones de dióxido de carbono  (CO₂). Las actividades cotidianas de cada persona y/o organización —como el transporte por aire o tierra, trabajar en casa u oficina e incluso el tipo de dieta consumida— también emiten gases de efecto invernadero (GEI), causantes principales del cambio climático.

 

El 2020 no solo fue marcado como el año de la pandemia de COVID-19, también fue el año en el que se registraron temperaturas récord y crecientes catástrofes del cambio climático: inundaciones, sequías, tormentas, incendios forestales y plagas. Actualmente el mundo se encamina hacia un aumento de temperatura de al menos 3°C, lo que solo intensificará los efectos negativos que afectan a los ecosistemas y las sociedades.

 

Para que el calentamiento global se estabilice, es imprescindible reducir las emisiones de CO₂ con la finalidad de lograr la neutralidad de carbono. Sin embargo, desde el 2010, las emisiones de GEI han registrado un crecimiento promedio anual del 1.3%. En 2020, el aumento fue mayor, llegando a 2.6% debido al incremento mundial de incendios forestales en cantidad e intensidad.

 

A lo largo de la última década, las cuatro regiones emisoras principales (China, Estados Unidos, la Unión Europea, India y Reino Unido) contribuyen a la generación de 55% de las emisiones mundiales. Los miembros del Grupo de los 20 (G20), compuesto por las economías industrializadas  y emergentes del mundo, producen cerca del 80% del total de las emisiones globales. Actualmente, 126 países que producen 51% de las GEI han adoptado, anunciado o están considerando metas de neutralidad de carbono.

Sin embargo, para que sean factibles, estos compromisos deben traducirse en políticas y acciones a corto plazo y ser reflejados en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs por sus siglas en inglés). Las NDCs encarnan los esfuerzos de cada país para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los efectos del cambio climático. Son el núcleo del Acuerdo de París y de la consecución de los objetivos a largo plazo plasmados en el instrumento. Los niveles de ambición presentados en el Acuerdo de París deben triplicarse, aproximadamente, para alcanzar el objetivo de 2°C o incrementarse cinco veces para limitar el calentamiento a 1.5°C.

De igual forma, las emisiones generadas por el 1% más rico de la población mundial representan más del doble que las del 50% más pobre. Este grupo deberá reducir su huella 30 veces para lograr el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París.

Las posibles acciones para cumplir el objetivo de carbono neutral incluyen sustituir los vuelos nacionales de corta distancia por viajes en tren, crear incentivos e infraestructuras para permitir el uso de bicicletas y automóviles compartidos, mejorar la eficiencia energética del sector residencial y comercial, y diseñar políticas públicas para disminuir los residuos de alimentos.

 

Con información de: United Nations Environment

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