COMPENSACIÓN DE EMISIONES

COMPENSACIÓN VOLUNTARIA

El mercado voluntario de carbono es un espacio donde empresas e individuos pueden tomar la iniciativa de implementar medidas para reducir sus emisiones, compensando aquellas que no puedan eliminar por completo de sus actividades económicas mediante la adquisición de créditos de carbono. Estos créditos representan las reducciones, eliminadas o capturadas de una cierta cantidad de GEI.

La compensación de emisiones ofrece varias ventajas para el sector privado, por lo que cada vez más empresas en todo el mundo las están adoptando dentro de sus estrategias de sostenibilidad. Algunas de las ventajas clave incluyen:

* Reputación y responsabilidad social: Las empresas que participan en iniciativas de compensación de emisiones obtienen una mejor reputación y demuestran su responsabilidad social corporativa. Esto puede ser valioso para atraer a consumidores, inversores y empleados preocupados por el medio ambiente.

* Diferenciación de mercado: La compensación de emisiones puede ser una ventaja competitiva al diferenciar a una empresa como líder en sostenibilidad.

* Cumplimiento normativo: En algunas jurisdicciones, la compensación de emisiones puede ayudar a cumplir con requisitos regulatorios y obligaciones legales relacionadas con instrumentos de precio al carbono.

En mayo de 2023 existían casi 8000 proyectos de carbono registrados en todo el mundo bajo los principales estándares internacionales. Estos proyectos emitieron aproximadamente dos mil millones de créditos de carbono. 

 

PRECUMPLIMIENTO

La fijación de precio al carbono se ha convertido en una herramienta clave para que los gobiernos de todo el mundo cumplan los compromisos presentados en el marco del Acuerdo de París, y reduzcan sus emisiones de GEI de la manera más costo-eficiente y así encaminar a la economía por una ruta de descarbonización. 

México cuenta con tres instrumentos de fijación de precios: un impuesto al carbono federal, impuestos al carbono a nivel subnacional y próximamente la fase operativa del Sistema de Comercio de Emisiones (SCE). 

El impuesto al carbono es una herramienta que establece un precio a las emisiones de GEI al gravar los bienes o actividades en función de las emisiones que generan. Esto implica asignar un valor a las emisiones, lo que incentiva a los entes regulados a buscar formas de reducirlas o hacer uso de mecanismos de flexibilidad (ej. créditos de carbono, incentivos fiscales por pago pronto) y así disminuir el pago de este impuesto.

En la actualidad, cinco estados en México cuentan con un impuesto al carbono vigente: Zacatecas, Yucatán, Estado de México, Durango y Querétaro. Guanajuato cuenta con un impuesto aprobado por el Congreso, y Baja California tiene un impuesto vigente, pero inactivo. Sin embargo, solo Querétaro permite el uso de compensaciones como un mecanismo de flexibilidad. Bajo este enfoque, las entidades reguladas tienen la opción de comprar créditos de carbono para el cumplimiento de un porcentaje de sus obligaciones fiscales. Esto a menudo resulta en un costo menor para las empresas y puede fomentar el apoyo a la inversión en actividades o tecnologías menos carbono intensivas.

 
 
redes sociales